Los probióticos necesitan prebióticos para crear una microbiota saludable.
¿Qué es el kéfir?
El kéfir es una bebida fermentada, llena de probióticos y otros ingredientes saludables. El kéfir se elabora dejando cultivos vivos especiales reutilizables, llamados nódulos de kéfir, en un líquido como la leche o el agua azucarada para que fermenten durante unas 24 horas. Los nódulos de kéfir están formados por proteínas, polisacáridos y una mezcla de varios tipos de microorganismos, como levaduras y bacterias que aportan aromas y ácidos lácticos, que han demostrado ser muy beneficiosos para el ser humano. El kéfir ayuda a reforzar el sistema inmunitario, mejora la digestión, contribuye a regular el colesterol y tiene otros numerosos efectos beneficiosos.
El kéfir de leche o búlgaros es el resultado de la inoculación de leche en nódulos de kéfir de leche.
El kéfir de agua, también conocido como tibicos, es el resultado de la inoculación de agua azucarada en tibicos (nódulos de kéfir de agua).
Históricamente, el kéfir tiene su origen en las montañas del Cáucaso y se producía en bolsas de piel. Se colocaban cerca de la puerta y se golpeaba varias veces al día para agitar el contenido. De este modo, se garantiza que la leche y los nódulos se mezclen bien. En la actualidad, el kéfir es muy popular entre las personas que cuidan su salud y les gusta los métodos tradicionales naturales de preparación de alimentos. Para la fermentación necesitarás al menos dos cosas: nódulos de kéfir y un tarro de cristal.
Nódulos de kéfir
Los nódulos son una relación simbiótica de más de 30 cepas diferentes de bacterias beneficiosas y levaduras. La mayor parte del nódulo que se ve es una combinación de proteínas insolubles, aminoácidos, lípidos (grasas) y polisacáridos solubles (azúcares complejos). Desde el punto de vista científico, el contenido de un nódulo de kéfir deshidratado ha demostrado estar compuesto por un 4,4% de grasa, un 12,1% de cenizas, un 45,7% de muco-polisacáridos, un 34,3% de proteínas totales (compuestas por un 27% de proteínas insolubles, un 1,6% de proteínas solubles y un 5,6% de aminoácidos libres), así como por una pequeña cantidad de sustancias desconocidas. El hierro amorfo y cristalino también se encuentra en pequeñas cantidades en la superficie de los nódulos bajo el microscopio. [fuente]
Los nódulos de kéfir son un cultivo reutilizable, lo que significa que sólo tienes que conseguirlos una vez y podrías fermentar indefinidamente (si los cuidas bien). La mejor manera de conseguir los nódulos de kéfir es conseguirlos de alguien que los haya fermentado, podría ser un amigo u otro entusiasta del kéfir por ahí. Puedes encontrar fácilmente personas dispuestas a compartir en www.kefirhood.com, una comunidad de intercambio de más de 3000 personas de todo el mundo.
Tarro de cristal
Tradicionalmente, el kéfir se fermentaba en bolsas de piel que se golpeaban con frecuencia para mezclar el contenido. Hoy en día podemos utilizar cualquier material no corrosivo. Lo más habitual es utilizar tarros de cristal, que son fáciles de limpiar. Además, hay que garantizar una buena circulación del aire. La fermentación producirá ciertos gases y éstos necesitan una vía de escape. De lo contrario, puedes esperar un gran lío en la cocina. También puede ser complicada la tarea de separación de los nódulos de kéfir del propio kéfir. Muchos utilizan coladores y paños. Recomendamos encarecidamente el uso de la solución todo en uno de Kefirko.