¿Deseas que tu kéfir de agua tenga más burbujas? En esta entrada del blog, describimos algunas formas de aumentar la carbonización y conseguir la efervescencia perfecta en el kéfir de agua.
El kéfir de agua es una de las bebidas fermentadas más refrescantes. Al igual que la kombucha, su popularidad aumenta en la estación de verano, cuando nos apetecen bebidas frías para calmar la sed.
Hay algunos principios básicos que debemos seguir para poder preparar un kéfir de agua lleno de burbujas.
Añade trozos de fruta, como limón o lima, a tu primera fermentación para aumentar las burbujas. El jengibre también es muy eficaz.
Los nódulos deshidratados tardan más en alcanzar su actividad completa
Si has rehidratado recientemente tus nódulos deshidratados, es posible que tarden en activarse por completo. La deshidratación ralentiza su actividad. Al igual que en otras situaciones de estrés, los nódulos son bastante sensibles a este cambio y pueden tardar un tiempo en recuperar su poder. Aunque ya fermenten un delicioso kéfir, la formación de burbujas puede llevar un poco de tiempo y necesitar unos cuantos lotes más de kéfir de agua.
Los nódulos necesitan minerales para la fermentación
Los nódulos de kéfir necesitan minerales para desarrollarse. A veces no hay suficientes minerales en el agua que utilizas y es necesario añadirlos. Puede ser necesario añadir minerales durante la activación de los nódulos, cuando los nódulos no están creciendo o cuando el kéfir no fermenta en más de 48 horas.
El agua filtrada puede estar desprovista de minerales, por lo que puede ser necesario añadir minerales antes de utilizarla para la fermentación. Hay diferentes formas de añadir minerales al agua. Puedes utilizar bicarbonato de sodio, melaza, azúcar sin refinar para sustituir una parte del azúcar refinado, frutos secos o gotas minerales.
Un trozo de raíz de jengibre o una rodaja de limón durante la primera fermentación es una buena manera de aumentar la carbonización del kéfir
La temperatura puede afectar a la formación de burbujas
La temperatura ambiente es un factor muy importante del proceso de fermentación. Para lograr los mejores resultados, prepara el kéfir a temperatura ambiente (20-24 °C). Si las temperaturas son un poco más cálidas o lo haces en los meses de verano, puedes notar que el kéfir tarda menos en fermentar. Lo contrario también es cierto. Con temperaturas más frías, la fermentación se ralentiza y el kéfir puede tardar más en fermentar.
Las levaduras del cultivo de kéfir son las responsables de la formación de las burbujas. Se desarrollan a temperaturas más altas, por lo que esto también puede ayudar a la formación de burbujas. Sólo hay que tener en cuenta que, si la temperatura es demasiado alta, se puede alterar el equilibrio de las levaduras y las bacterias del kéfir. Esto no es recomendable porque podría afectar no sólo al valor probiótico sino al sabor y al olor del kéfir.
Enfría el kéfir de agua antes de servirlo para conseguir la mejor bebida refrescante
Segunda fermentación en botellas tapadas
Después de la primera fermentación, puedes colar el kéfir y hacer la segunda fermentación, esta vez sin los nódulos. Se trata de un tiempo adicional (12-24 horas) que completa la fermentación y que, en opinión de muchos, proporciona el valor probiótico óptimo del kéfir.
Prepara la segunda fermentación en botes tapados y déjalos a temperatura ambiente durante 24 horas o más. En este tiempo, el kéfir seguirá fermentando, aunque se cuelen los nódulos de kéfir. Añade un poco de azúcar para conseguir más burbujas. Puedes utilizar una pequeña cantidad de zumo de fruta, trozos de fruta, cáscaras de cítricos, etc. No utilices demasiada cantidad porque esto también puede aumentar la cantidad de alcohol, especialmente si utilizas frutas frescas.
Para disfrutar al máximo de las burbujas, enfría la bebida antes de servirla.
Consigue el Fermentador de Kéfir aquí: