Independientemente de si eres un principiante de la fermentación o si haces kéfir con regularidad, es posible que en algún momento tengas problemas con los nódulos de kéfir de agua. Este artículo arrojará algo de luz sobre algunas de las dificultades que los fermentadores de kéfir pueden tener con los nódulos, así como consejos y trucos para resolverlas lo antes posible y seguir haciendo el mejor kéfir de agua.
Los nódulos de kéfir se componen de proteínas, polisacáridos y una mezcla de varios tipos de microorganismos, como levaduras y bacterias formadoras de ácidos lácticos y aromas que han demostrado ser muy beneficiosos para el ser humano.
Problema: Los nódulos de kéfir se han ablandado
Los nódulos de kéfir de agua tienen aspecto de cristal y pueden ser del tamaño de un garbanzo o tan pequeños como un grano de arroz. Son suaves al tacto, pero tienen una estructura similar a la del gel. Son translúcidos, pero pueden coger el color de los ingredientes utilizados para el kéfir de agua (melaza, azúcar moreno, frutas, etc.). Si te da la sensación de que los nódulos se están volviendo blandos, se pueden estar degradando con cada lote, y hay una razón para ello: Demasiados o muy pocos minerales. En ambos casos pueden causar que los nódulos se vuelvan blandos y comiencen a degradarse.
Solución: Si lo notas, reduce o aumenta los minerales en tu fermentación. Puedes añadirlos en forma de azúcar sin refinar, melaza, bicarbonato de sodio, gotas minerales, zumo de limón, etc. En caso de demasiada mineralización, puedes sustituir el azúcar sin refinar por uno blanco normal. Es posible que el agua ya contenga suficientes minerales, por lo que no es necesario añadir más.
Problema: El kéfir de agua no tiene burbujas
Puede haber varias razones por las que tu kéfir no tenga burbujas:
- Los nódulos aún no están activos. Solución: A veces, sobre todo si acabamos de empezar a preparar el kéfir, los nódulos necesitan algo de tiempo para alcanzar su plena actividad. Activa completamente los nódulos de kéfir de agua. Esto se consigue alimentando regularmente los nódulos con proporciones adecuadas de azúcar y agua.
- Demasiada agua para la cantidad de nódulos de kéfir. Solución: Utiliza la cantidad de agua adecuada. Lo mejor es utilizar aproximadamente 30 g de nódulos de kéfir para una solución de 300 ml de agua y azúcar.
- Baja temperatura ambiente. Solución: Deja el tarro de fermentación en un lugar donde no se enfríe mucho. Para lograr los mejores resultados, prepara el kéfir a temperatura ambiente (20-24 °C).
- Tiempo de fermentación demasiado corto. Solución: Deja que el kéfir fermente un poco más. Lo ideal es que el kéfir fermente en 24-48 horas. Si tienes suerte y los nódulos son muy activos, podría ocurrir en 24 horas, pero normalmente son 2 días es la media.
- El flujo de aire permite que el CO2 escape del frasco. Solución: Basta con cerrar completamente la tapa y mantener el tarro cerrado durante la fermentación. Pero cuidado, esto puede provocar que la botella estalle, sobre todo si se deja fermentar demasiado tiempo.
El kéfir de agua, también conocido como tibicos, es el resultado de la inoculación de agua azucarada con tibicos (nódulos de kéfir de agua). Para hacer kéfir de agua, necesitamos un poco más de nódulos de kéfir de agua que de nódulos de kéfir de leche.
Problema: Los nódulos de kéfir de agua se han vuelto viscosos
La viscosidad de los nódulos de kéfir suele ser sólo el kéfiran, que es un subproducto de la fermentación. No tiene nada de malo. Es el producto de las levaduras en el fermento. Pero cuando notes que hay un exceso y el sabor del kéfir ya no te convenza, puedes solucionarlo.
Solución: Reduce la temperatura. Las levaduras prosperan a temperaturas más altas. Pon el tarro de fermentación en algún lugar con menor temperatura y comprueba si siguen igual de viscosos después de unas cuantas tandas. Esto puede funcionar más rápido si lavas los nódulos primero con agua tibia.
Problema: Los nódulos de kéfir de agua no están creciendo
Hay muchas razones posibles para que los nódulos de kéfir no crezcan. La temperatura puede ser demasiado baja, y esto puede ralentizar la fermentación y el crecimiento de los nódulos. Además, si se fermenta excesivamente el kéfir demasiadas veces seguidas, esto también puede afectar al crecimiento de los nódulos. Otra razón puede ser que el agua dañe los nódulos, especialmente cuando tenga demasiado cloro.
Solución: Asegúrate de alimentar los nódulos con regularidad para que no pasen hambre durante mucho tiempo y no los dejes fermentar a temperaturas muy bajas. Deberías preparar el kéfir de agua con agua fresca, no clorada y sin filtrar. El cloro del agua puede matar las cepas de bacterias de los nódulos, mientras que el agua filtrada carece de los minerales de los que se alimentan los nódulos de kéfir. Lo ideal es utilizar agua natural de manantial llena de minerales para favorecer el crecimiento de los nódulos.
Estos son sólo algunos de los problemas que la gente encuentra al hacer kéfir de agua. Si tienes algún otro problema, indícanoslo y trataremos de encontrar soluciones útiles.
Empieza a hacer kéfir de agua:
Fotos de Vedrana Orlović