Ese bote de kimchi en la nevera te está mirando, ¿verdad? Sabes que es un tesoro probiótico, una col fermentada que en Europa empieza a hacerle la competencia al chucrut de toda la vida. Tradicionalmente se elabora con col china, rábanos y zanahorias, y se adereza con una mezcla especial de pasta de chile, jengibre, ajo y salsa de pescado. El resultado es un sabor picante, ácido y complejo que, además, es increíblemente saludable.
Pero una vez lo tienes, surge la gran pregunta: ¿qué hago con él? Te sientes limitado, atrapado en la rutina, mientras ese superalimento se queda en un rincón. La solución es más sencilla y deliciosa de lo que imaginas. El kimchi no es un acompañamiento exótico; es el ingrediente secreto que puede revolucionar desde tu desayuno hasta tu cena.
Ocho ideas geniales para usar el kimchi que hemos probado y nos encantan:
1. Estofado de Kimchi o Sopa Agripicante
Añádelo a un guiso de cerdo, tofu, marisco o cualquier verdura que tengas a mano. Sus matices agripicantes crean un estofado potente y reconfortante. También puedes preparar una versión más ligera y clara a modo de sopa (añade un huevo o un poco de verde justo al final).
2. Kimchi Salteado (con fideos o arroz)
Saltea ligeramente el kimchi para intensificar su sabor y mézclalo con arroz o fideos. Corónalo con un huevo frito, unas semillas y algo verde. Puedes usar cualquier verdura o proteína que tengas en casa para una comida rápida y versátil.
3. Con Patatas o Carne
Funciona de maravilla en guisos al estilo europeo, como los de repollo, patatas o carne. Simplemente añade un giro de sabor fascinante e inesperado.
4. Huevos + Kimchi = El Desayuno o la Cena Perfecta
Revueltos, fritos o en tortilla, el kimchi y los huevos son la pareja ideal. Añade las verduras, el queso o las hierbas que tengas a mano para personalizar tu plato.
5. Ensaladas Frescas
Mezcla el kimchi con hojas verdes, cereales o verduras asadas. Alíñalo con aceite de oliva, aceite de pepitas de calabaza o cualquier vinagreta que tengas en casa para una ensalada refrescante y rica en probióticos.
6. Tortitas de Kimchi
Pica el kimchi, mézclalo con harina y fríelo en la sartén. Para un extra de sabor, puedes añadir restos de verduras o hierbas de la nevera. Sírvelas con salsa de soja o tu salsa favorita para mojar.
7. Con Embutidos o Queso
El kimchi es el contrapunto perfecto para carnes curadas, tablas de queso o embutidos. Usa lo que tengas en la nevera: el kimchi se adapta a todo con una facilidad asombrosa.
8. Como Aperitivo... o con un Toque Personal
Cómelo directamente del bote, en sándwiches o wraps, o saltéalo ligeramente y acompáñalo con frutos secos. Siempre puedes adaptarlo a lo que tengas disponible en tu cocina.
Por Qué el Kimchi Casero Siempre Gana la Partida
El kimchi comprado puede ser caro y, a veces, le falta profundidad de sabor. El kimchi casero es asequible, personalizable y está cargado de probióticos. Ajusta los ingredientes a lo que tengas en casa y tendrás un tarro listo para darle vida a casi cualquier comida.
El secreto para hacer kimchi: la experimentación
Seamos sinceros: la mayoría hacemos kimchi casero y no siempre tenemos a mano todos los ingredientes tradicionales. A veces usamos repollo normal, omitimos la salsa de pescado o jugamos con los condimentos según nos apetezca ese día. ¿Y sabes qué es lo mejor del kimchi? ¡Que puedes experimentar! Es lo bastante versátil como para encajar en casi cualquier cocina, desde los sabores asiáticos hasta los europeos.
Nosotros ya lo preparamos con regularidad y probamos todas las recetas que se nos ocurren. Nuestro cuerpo nos lo pide y nuestro paladar también. Nos gusta su punto picante, nos gusta porque influye en nuestra microbiota, sentimos que refuerza nuestro sistema inmunitario y, además, es de temporada.
Una vez que siempre tienes un bote en la nevera, empiezas a preguntarte: ¿de qué otra forma puedo usarlo? ¿Qué más puedo preparar con él? Ahí es cuando empiezan a surgir ideas divertidas para comer kimchi de formas creativas.