Con la presentación de nuestro nuevo producto en Kickstarter —Fermentador de Frutas y Verduras Kefirko—, aquí tienes la primera receta de rábanos fermentados que puedes preparar fácilmente en casa, incluso si eres un principiante.
Los rábanos encurtidos son rápidos de hacer y un gran complemento para muchas comidas, por ejemplo, como adornos para sándwiches, complementando platos de queso, ensaladas, hamburguesas y otros. Tienen un sabor un poco ácido y agrio, y pueden dar sabor y mejorar las comidas estupendamente.
Con la lactofermentación, puedes conservar fácilmente los rábanos, y aumentar sus niveles de vitaminas y enzimas.
¿Qué necesitas para preparar rábanos fermentados?
- Manojo de rábanos
- Agua + solución salina
Añade diferentes sabores a tus rábanos
Para dar más sabor a su fermento, utiliza hierbas y especias frescas o secas. Puedes añadir hierbas, por ejemplo, eneldo o ajo para conseguir más sabor.
Lava primero los rábanos. Puedes dejarlos enteros, cortarlos en mitades o en rodajas. Ponlos en el tarro de cristal y añade cualquier otra verdura o hierba que te guste.
Prepara la salmuera (una solución de agua y sal). Normalmente ponemos 1 cucharada de sal por cada 2 tazas de agua. Mezcla hasta que la sal se disuelva.
Echa la salmuera sobre la mezcla de verduras y hierbas en el tarro. Asegúrate de que quedan sumergidas. El Fermentador de Frutas y Verduras Kefirko tiene una práctica pesa de vidrio que sujeta las verduras. Esto es importante porque las verduras que entran en contacto con el aire pueden estropearse debido a la formación de moho.
Cierra con una tapa y deja fermentar de 5 a 7 días. La bomba incorporada en la tapa permite extraer el aire sobrante. Experimenta para decidir qué sabor te gusta más. Cada día será más agrio.
Después de la fermentación, puedes guardar los rábanos en un tarro con tapa en la nevera para cada vez que necesites un poco de sabor en tus comidas.